Los Caballeros de la Mesa Redonda y sus locos seguidores (Monty Python and the Holy Grail)

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El mito también fue parte de una magistral y disparatada parodia hecha por los Monty Phyton en 1974. Ésta es: Los Caballeros de la Mesa Redonda y sus locos seguidores (Monty Python and the Holy Grail). La película es una travesía del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda en busca del Santo Grial, en la cual se van a encontrar con una serie inimaginable de aventuras, acertijos, malvados caballeros y toda clase de elementos pertenecientes a la fantasía del mito, cada uno de estos elevado a su nivel más disparatado y paródico.

Duración: 90 minutos. País: Reino Unido. Director: Terry Jones, Terry Gilliam. Guión: Terry Gilliam, John Cleese, Michael Palin, Graham Chapman, Eric Idle, Terry Jones. Música: Neil Innes, Ron Wasserman.Fotografía: Terry Bedford. Actores: John Cleese, Michael Palin, Terry Jones, Terry Gilliam, Graham Chapman, Eric Idle, Carol Cleveland, Connie Booth, Neil Innes, Bee Duffell.

Argumento:  El rey Arturo y sus caballeros reciben un encargo divino: partir en búsqueda del Santo Grial, para lo cual deberán luchar contra enemigos muy diversos: malignos caballeros rivales, bestias sanguinarias (que solo son visibles como dibujo animado), groseros soldados franceses fortificando un castillo en Inglaterra, brujas, adivinos mefistofélicos, Scotland Yard, y hasta un conejo asesino y carnívoro (que muere destruido por una cómica reliquia traída de las Cruzadas: la «Santa Granada de Mano de Antioquía«).

Parodia de la Inglaterra medieval y los caballeros del rey Arturo, Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores es realmente una excusa de los Monty Python para ejecutar una ácida crítica de los estereotipos de la vida moderna, utilizando elementos de la Edad Media como base para su sátira. Algunos gags destacables son los caballeros sin caballo, que marchan a pie pero cuentan con escuderos que chocan dos cocos (para simular que son un poderoso ejército al trote), el caballero negro, que sigue luchando sin desalentarse aún después de habérsele amputado todas sus extremidades (amenaza incluso al rey Arturo que «combatirá con sus dientes«), el castillo poblado sólo por jóvenes y atractivas mujeres que pretenden secuestrar al casto Sir Galahad (rescatado contra su voluntad por sus compañeros), campesinos revolucionarios, o los feroces «caballeros que dicen ni» (que tras amenazar a Arturo y sus seguidores huyen despavoridos cuando éstos repiten inadvertidamente la sílaba «ni» en sus diálogos).

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